
VIVIENDA DE PÁJAROS
Oh
Yo la hallada en el desierto
luminosa e inédita
domada
bendigo esta jaula
de los pies a la cabeza
del techo a la última raíz
y la proclamo
almacén de todas mis alas
prisión de un pájaro íntimo
y asombroso.
CORAZONES MUERTOS
Llevo un ataúd precioso
clavado en los pulmones
un bosque de salitre.
¡Ronda la muerte de la luz
en su cama dorada!
Ronda la luna transparente
en el lado oeste.
Llevo al mar naufragando
en mis ojos.
Un destino de huellas
nos espera a los dos.
El mar lo enfrenta.
Mi corazón como una brújula loca
se adentra oscuro
hasta este ataúd precioso.
Rondan corazones muertos
en la arena.
LA MUJER QUE SOY YO
Por ahí debe andar
la mujer que soy yo
La mujer que me tiene escondida
el silencio
Por ahí debe ser
La mujer de mí misma
en la que no he vivido
Por ahí debe verme de mirarse
La que me nació al nacer
la simple
la forma verdadera del retorno
Por ahí debe andar
donde el cuerpo no sabe aún
que existo
ANUNCIACIÓN
Yo
mujer de dos mitades
monstruo de juguete
encarnada
descarnada
y reencarnado en el vacío
no deseo otra cosa mas que
ascender
al lomo de tu desesperación
de tu tierno y amoroso instinto animal
y allí
con voz orgásmica
u ovular
gritarle a la piel nuestro deseo
concluido a destiempo
y allí
volver a amarte con la misma
exactitud de siempre.
NIDO DE PÁJAROS
Misioneros
luminosos nuestros órganos sexuales
perfectos como nido de pájaro
carnívoros, inimitables.
Los órganos de las vírgenes
donde caben todos los sueños
los órganos de miel de las prostitutas
donde caben todos los hombres
Los órganos de las señoras donde cabe
un hombre y se invocan miles
Los órganos de polvorientos de las muertas
donde suspiran los gusanos
Los órganos de la mujer grávida
en plena erudición creadora.
El mundo creado a través de un círculo.
YO, ÍCARO
Desde aquí escapo al aire
oloroso a cemento
o a las cuerdas de alumbrado
Retiro mi libertad
de entre la abominable máquina
de zurcir alas y palabras.
La máquina del sí
y del no
Escapo al viento que baila
sobre las antenas aleteando sus
vértebras de acero
Huyo hacia el más simple átomo
que vive en los niveles de la brisa
Las paredes caen como bloques
de nubes
Me desplazo contemplándolos
a todos
TÚ
Tú retenido en mis ojos como
un paisaje hermoso
Tú guardado en la mansedumbre
de mis alas
Tú como único dios en los ritos
de mi sexo
Tú diciendo en el amor el
último suspiro
Tú febril en el fondo de mi piel
Tú acuático corriendo por mis
venas
Tú hermoso, abstraído, terrenal
Tú hombre, animal, vegetal, pieza
Tú en todas partes, sobre todas
las cosas.
RUMBO DE TINTERO
Tarde que hunde su paisaje creciente.
Resuelve andar la esencia. Resuelve dar su olor al
aguacero. Ya no me quedan barajas en mangas de
camisa. Dicto el momento, lo aligero, doy otra
boya a la tristeza. No me busquen más en aquel sitio.
No estoy tampoco en ningún otro. De sábanas y dudas
muere mi testamento. Lleno de sombreros rutilantes.
En tanto, techo la vieja casa de lunas y papeles.
Soy mi propio margen de felicidad. Ropero, cacerola,
noviembre delgadea. Rumbo de tintero para el nuevo
status de mi vientre.
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