sábado, 5 de abril de 2008

César Augusto Zapata

César Augusto Zapata
(Santo Domingo, República Dominicana, 1958).

Libros Publicados:
Acrobacias del Ser (1991), Jardín de Augurios (1995), Un Nuevo Día Ayer (1996 , Prosa), Poesía Junta 1989-1999 (1999).-


Poema Poesía Propathos


Con su antiguo vestido que al rasgarlo se rehace
huye del ritual al sueño
la palabra que expulsada no quiere decir
sino ser
Desterrada del mito se hace enigma
Es otro mito su transparencia recobrada
El poema revela lo que en su revelación oculta
Con mil ojos la poesía mira desde su intención dañada
No quiere decir sino ser y por eso se desgarra
El sentido está en las laceraciones
donde la palabra quiere ser
El poema limpia sus heridas
cuida sus vacíos
la aleja de perderse en lo nombrado
lívido temblor ante el espejo
La boca del hombre jamás
descubrió el origen de lo dicho



Ausencia de Milton

La rosa única es ahora el jardín
donde acaban todos los amores.
T. S. Eliot.

El jardín es rosa única
Luz sólida
belleza atrapada en el lugar de la agonía
inextinguible celada de otra vida
augurando un agua imposible para los mortales
el otro río que perseguido va en las venas
Nada más hay en un mundo desolado
la rosa aprisionada por lo bello
la rosa con su olvido
lo que persiste después de los amores muertos
abandona bajo el vértigo su perfume
Alguien se abraza a su memoria de agua
son pedazos de corazón estos pétalos
adentro de la rosa alguien se muere


Breve Poema Circular
Para leerse en la tumba de Borges



Quizá cuando Dios miraba
a su Rabino allá en Praga
otro Dios o cosa a Dios miraba
y ni el Golem ni el Rabino ni Dios
sabían nada
de este eterno repetirse en la mirada.


Icaro caído

El sol ha vuelto a ser un joven ojo sobre mi sombra
Otras puertas perdidas y cerradas no sonríen
Y un rumor de bestia confunde los oráculos
Alcé vuelo una mañana y es la tarde
Sobre esta piedra dura que repite voces
Cansado de alas he caído de la luz
De un laberinto a otro menos solo
Adentro hago chillar la bestia que me habita
Pequeños abandonos me circundan
Ya no veré a mi amada con su traje de oro
Ninguna libertad tiene sentido sino es dicha
A esta hora cae un pétalo al estanque
Y grazna un pájaro silvestre
Mientras espero por el abrazo
Que al fin me ponga afuera
Con las recuperadas maneras de morirme.


Para entender vacíos

Estar en la realidad es un misterio
Pararse en la ventana y ver el día
Volver sobre los pasos de aquél otro
En donde han muerto verdades mías
Azar que se construye en el delirio
De sabernos despiertos todavía
Por qué lo perdido se hace piel
Cuerpo de goce en el martirio.


Reunión del cuerpo fragmentado

Pensar es ya decir .

Quien la carne habló primero en una hora
Supo hendir el abismo, Eco inaugurar.
Estuvo solo más que antes,
Frente a la cicatriz multiplicada.

Solo el primer hombre que nombró la soledad:
¡Levedad, profunda levedad!

Hundida la espada a fondo, mana el agua.
Después que habló el mortal
Todo lo que digo ya es escombros,
Deshechos sonando, engendros, aire.

Qué dios ebrio puso en el barro palabras como uñas
Para destruir lo que en su lugar era una cifra.
Soplar sobre el polvo que llamo ayer y se disipa.

Volver a empezar es una hermosa quimera.



Lo dicho como apropiación del destino.

Nadie más que el verbo en el acto de ser está siendo
Los demás seguimos perdidos entre las cosas, en la mudez,
En la duplicación fingida por la palabra.

Todo misterio es decir.

Más allá del sentir
Otras existencias ocupan sus dominios en el cuerpo.
Un infierno se abre en cada letra.

Arden mis labios, mujer, quieren decirte por entero
¡Tan completa! ¡Tan completa!
Aire y letra jamás serán tu cuerpo.



Érase el silencio


Olía a voz la luz vagando por el aire.
Palabra sin hombre que hace imposible
La visión de los pequeños mundos.

No descubrirse sirve para entender los misterios.

¡Oh lenguaje, oscuridad significante!
Abundancia que aún no significa.

Alguien aprende a ocultarse bajo la luz,
Pero es tan distante el mar,
Tan lejana la imaginación....



© César Augusto Zapata

1 comentario:

Santana dijo...

Definitivamente, la poesía tiene que crecer con nosotros, enriquecerse cuando por cotidiana y autentica se aferre fiel a nuestra piel de existencia, tanto como el mismo aliento que ella glorifica cada segundo.
El poeta es parte esencial y pura de todos y del absoluto, de lo que somos y embellece la magia metafórica del amor con la que se expresa el sueño.
Cuando el genio se define como 10% de inspiración y 90% de trabajo y dedicación, estamos hablando de Cesar Zapata.
Su poesía actual es un ejemplo evidente de crecimiento, un testimonio de la magia que los dedos del corazón trazan silentes sobre la mirada alucinada del lector que como yo, va aprendiendo nuevas verdades y colores del pensamiento y la imaginación. En cada sentencia.
Porque ellos, esos amigos y compañeros que siguen al pie del cañón, enfrentando los cuernos del toro con sus transparentes escudos de versos lo hacen posible.
Es como asistir a un teatro del verbo, a un relámpago de dioses y colores destellantes, a una estepa de sonidos y fragancias literarias, donde el oído transforma lo que entra pupila abajo en una sicodélica y ávida fusión de los sentidos y las respuestas.
La poesía de Cesar Zapata es como un fresco y presto sueño musical, que cabalgando letra sobre letra los floridos campos de la conciencia y el futuro, va luchando contra los molinos dormidos de nuestro pasado, pero dejando elegantes y adorables de huellas de futuro.